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Eutanasia

Tema de Bioética:

Eutanasia

 

  Noción de muerte:

¿Cuándo se puede decir que una persona está muerta? Hasta 1960 no se consideró necesario reflexionar demasiado sobre el tema. Si un individuo dejaba de respirar y no se detectaba su pulso se determinaba que estaba muerto. Pero, con el desarrollo de nuevas tecnologías médicas que permitieron mantener un cuerpo vivo de manera indefinida en ausencia de actividad cerebral, se generaron nuevas reflexiones sobre el concepto de muerte.

Desde 1968 a partir de la propuesta del Comité de la Escuela de Medicina de Harvard, se estableció que se está muerto cuando las funciones cerebrales han cesado permanentemente. Esta redefinición del concepto de muerte permite que saquen los respiradores a personas con muerte encefálica y que se puedan donar sus órganos. ¿Pero, no es un poco ‘conservador’ el criterio de muerte cerebral? ¿Qué es entonces lo que hace que un ser humano sea persona?

A partir de esta redefinición se generó una contrapropuesta: nuevos grupos pretendieron que se considere la ‘muerte neocortical’, pues cuando esta zona deja de funcionar, se pierde la capacidad de razonar, de establecer relaciones, de comunicarnos con otros, entre otras funciones. El problema es que estos ‘muertos neocorticales’ aún bostezan, respiran, duermen, y tragan. ¿Creen que estas personas están muertas o no?, en torno de esta pregunta gira el debate en la actualidad.

Noción de calidad de vida:

Se suele hablar de buena o mala calidad de vida, pero ¿qué es exactamente una ‘buena calidad de vida’? Los argumentos en torno a ella siempre emiten a poseer un cuerpo vigoroso, sensible, apto para producir, trabajar, desempeñarse sexualmente, etc. El problema de esta argumentación consiste centralmente en si aquellas personas enfermas, por ejemplo, con Síndrome de Down o personas con enfermedades físicas como malformaciones o psíquicas discapacitantes como el autismo tienen buena calidad de vida o no, por el hecho de no responder a lo propuesto por este criterio. Una persona en tales condiciones puede decir incluso que, a pesar de su discapacidad, goza de una buena calidad de vida. Así pues, la idea de calidad de vida es un concepto complicado que implica un grado alto de subjetividad.

 

Noción de eutanasia:

El término ‘eutanasia’ proviene del griego (eu-thanatos) y significa ‘buena muerte’. En sentido general se puede decir que se refiere al acto de inducir la muerte en una persona, sin embargo pueden distinguirse diversos tipos de eutanasia.

–           Eutanasia activa: consiste en la provocación médica de la muerte de un enfermo para evitarle sufrimientos a través de una acción u omisión.

–           Eutanasia pasiva: consiste en suspender los medios artificiales (respirador, medicamentos, tratamientos, etc.) que mantenían la vida vegetativa del paciente Es un dejarlo morir.

Pero también se puede establecer otra distinción:

–           Eutanasia voluntaria: cuando el paciente competente, después de evaluar la información necesaria sobre su condición, solicita la eutanasia.

–           Eutanasia involuntaria: se carece de consentimiento de la persona, dado que el paciente es incompetente para proveerlo y no puede expresar sus deseos.

Los argumentos que se sostienen en pro y en contra de los diversos tipos de eutanasia dependen de estas distinciones:

Eutanasia activa voluntaria:

Argumentos en contra

Argumentos a favor

–    Médico y paciente ‘juegan a ser Dios’.-    Argumento de la ley natural: tenemos una inclinación natural a vivir que se viola si se practica la eutanasia.-    Argumento de la competencia: cuestiona la posibilidad de que el paciente otorgue un verdadero conocimiento informado. Tal vez lo pide sólo para apaciguar el dolor.

–    ¿Hay un derecho a matar? ¿Es legítimo matar en esas condiciones?

–    Argumento del error de diagnostico o pronóstico: puede ocurrir que haya habido un error en el diagnóstico y que el paciente hubiese podido recuperarse o mejorar su estado de salud.

–    Derecho a la vida y la muerte: derecho a elegir.-    Eliminación del sufrimiento y bienestar.-    Distinción calidad- cantidad de vida: de nada sirven más días, meses, años si se vive de una manera paupérrima.

–    Argumento basado en la no diferencia entre matar y dejar morir: si se acepta la eutanasia pasiva, debe consentirse la activa, dado que no habría una diferencia moral entre matar o dejar morir: en ambos casos la intención es la misma.

–    Autonomía o autodeterminación del individuo.

Eutanasia no voluntaria:

 

Como ya mencionamos, trata de pacientes incompetentes para proveer consentimiento. Es el caso de pacientes en coma, de personas con deficiencias mentales o de menores de edad. Frente a estas personas se platea el problema de quién toma esta decisión y por qué. ¿Deben decidir los familiares, los médicos o los jueces? ¿Según qué criterios se toma esta decisión? ¿Es lo que elegiría cualquier persona obrando racionalmente? ¿Es realmente lo mejor para el paciente? ¿Es porque el médico no da otra alternativa? ¿O es que él querría lo que nosotros hemos decidido para él? Preguntas muy complicadas, que necesitan un debate posterior más profundo.

Bibliografía utilizada:

Donoso, Eduardo (ed) y otros. Ética y humanidad en la medicina actual. Santiago de Chile, Editorial Universitaria, 1993.

Luna, Florencia y otros. Decisiones de vida y muerte: eutanasia, aborto y otros temas de la ética médica. Buenos Aires, Sudamericana, 1995.

Mahillo, Javier. Ética y vida. Introducción a la ética y problemas bioéticos. Barcelona, EIUNSA, 1991.

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